Egresado de
una escuela fundada contra la autonomía universitaria y sus consecuencias para
la formación de abogados, Calderón cumple con el nombre de su alma mater: libre
de derecho. Por si las moscas, busca y encuentra la protección yanqui con una
chamba en Harvard. Cuanta con el antecedente de Zedillo que logro burlar su
proceso por la masacre de Acteal, gracias a la protección del gobierno de
Obama. Vale más en los hechos la declaración de inmunidad e impunidad que los
cargos aceptados por la Corte Interamericana. El fuero extremo es aplicado por
el gobierno yanqui a los presidentes y expresidentes criminales de guerra.
Libre de
derecho es también García Luna, coordinador principal de la brutal represión de
los pueblos de Atenco, responsable de desapariciones y asesinatos por sus
policías que acribillaron una camioneta diplomática yanqui con 3 sicarios
dentro, dos gringos incluidos para escandalo de la prensa gringa. La Barbie lo
acusa de complicidad pagada por el narcotráfico, asunto no tratado en su
comparecencia ante las Comisiones de Justicia de senadores y diputados para
repetir lo indicado por los abogados a su servicio: no hay inculpación de
ministerio público alguno a sus policías y las flagrancias y testimonios no
cuentan. Omar Fayad, el rico empresario hidalguense que coordino la
comparecencia, impidió las preguntas y acusaciones que se salieran del guión
previsto por los panistas pese a las declaraciones de la Barbie en un periódico
de New York que fueron mencionadas con la misma validez de los narcotraficantes
convertidos en testigos protegidos. Indignante la impunidad de los libres de
derecho y las complicidades que los protegen.
Por todos
lados de México cunden los clamores de las victimas de desapariciones,
asesinatos, secuestros, extorciones y encarcelamientos injustos. Por estos
días, y luego de casi 3 años en prisión, han sido liberados los defensores del
agua comunitaria de Atla que fueron acusados por el cacique del robo de su
automóvil. Alberto Patishtán lleva 11 años preso, enfermo y pese a su proceso
penal viciadísimo como el de numerosos dirigentes políticos y sociales, ha
sufrido traslados para impedir las visitas familiares y de organizaciones
solidarias y recibió atención medica gracias a las denuncias nacionales e
internacionales. De otra manera, hubiera muerto gracias a los libres de
derecho.
Hay un
acumulado agravio contra indefensos ciudadanos con carácter trasclacista en
algunas ocasiones como en los casos Martí, Moreira y Sicilia. El sábado 1 de
diciembre, los seis mil trozos de tela de Bordando por la Paz y la Memoria,
colgaron a manera de tendederos en cinco cuadras de Avenida Juárez, frente al
Hemiciclo Marmóreo. De todo el país y de alrededor de 25 ciudades de Europa y
América, llegan los bordados con los nombres y los datos de asesinados y
desaparecidos, algunos de ellos soldados, policías y empleados de gobierno.
“Una victima, un pañuelo” es la consigna que reúne a bordadoras y bordadores en
jardines y plazas emulando a las organizaciones del Cono Sur para hacer
visibles a quienes nunca existieron para los gobiernos y los medios a su
servicio con patrocinio de los grandes consorcios trasnacionales. Hay bordados
en alemán, francés, inglés, italiano, vasco, catalán. A tiempo lograron
desmontar los tendidos frente a los muros y donde acaban las banquetas para
resguardarlos con quienes se protegieron tras las rejas de la Secretaría de
Relaciones Exteriores. Las familiares de víctimas, algunas de ellas hasta con 6
deudos se saben en la mira de las policías y los servicios de inteligencia como
el CISEN. Es elocuente al respecto, una imagen que nunca transmitirán las
televisoras, de un ciudadano que increpa a los granaderos en la calle Congreso
de la Unión hasta que uno de ellos lo inmoviliza y carga a mansalva y por atrás
para meterlo dentro del contingente de represores. ¿Orden de presentación o de
aprehensión, denuncia, flagrancia?, no es necesario para granaderos y policías,
ya se verá después con los militares, ministerios públicos y jueces orientados
por los gobernantes en turno cuales quiera que estos sean porque sirven a los
mismos intereses. ¡90 millones de pesos perdidos! clama la organización
patronal ¡la ciudad devastada!, llora Ebrard distrayendo un tiempito a sus
apresuradas inauguraciones que causaron embotellamientos viales y cierres de
calles para multiplicar los tiempos de traslado, ese que no miden los
empresarios con su credo de el tiempo es oro. El Centro Histórico en estado de
sitio, vallas de acceso de 3 metros de altura desde 10 días antes de la toma de
protesta que vaya si prendió hasta en algunos diputados que se enfrentaron a
los granaderos mientras el Presidente de la Comisión de Derechos Humanos del
D.F demandaba ante la ley la afectación del derecho al libre transito. No
contaba con que los represores están libres de derecho y hasta comprensivos se
mostraron al abrir el paso al vecindario atrapado. Un rapero en medio del
ataque de los granaderos en Avenida Juárez y ante la inminencia del cierre del
cerco como ordenan los manuales de guerra, se plantó en medio de la avenida a
improvisar para darle dimensión estética a la corretiza. La digna rabia
arriesga el pellejo porque se sabe víctima de la injusticia.
Denisse
Dresser, elegantísima con traje de invierno, también tuvo que correr con sus
estudiantes llevados como observadores del comportamiento de la chusma
(¡chusma, chusma! Dice Quico). Es probable que alguno haya modificado la
recomendación de neutralismo civilista ajeno a la política, recomendado por la
gustada periodista. Radio Bemba funcionó con las transmisoras no mercantiles y
uno que otro ciclista iba y venía para informar. Pronto se supo del compañero
con la cabeza reventada por un balazo de granadero y con la masa encefálica
expuesta, también del estudiante con un ojo reventado y por los arrastrados de
los pies dejando una huella de sangre en el pavimento. De aquí la furia
resultante de 12 años y más de fraudes, crímenes impunes, contratos
trasnacionales devastadores y con el hijo gangster de Martha Sahagún tan
diputado o senador como el nieto, el yerno y la hija de la Gordillo. No es
casual que el último acto de Ebrard haya sido la apertura de la supervía desde
Santa Fe y sus oficinas de consorcios trasnacionales cuyos transportes pasan ya
por barrancas arrasadas pese a las protestas y argumentaciones bien fundadas de
los vecinos. No solo son los pobres las víctimas de ataques policiacos que
destruyeron su campamento, sino ahí está Cristina Barros, digna hija del digno
Rector del 68. Desde entonces nos han agraviado.
Muy serios,
los gobernantes y sus sicarios declaran: fue maquinado el ataque contra
hoteles, negocios trasnacionales, cajeros automáticos, instalaciones de Slim y
dos pintas borrables sobre el mármol del Hemiciclo a Juárez. Se equivoca Ebrard
al declarar que fue un ataque a la ciudad porque es contra los enclaves del
poder económico y político, contra la impunidad acumulada y agravada, contra la
mentira como la de la proclama de amor a la patria de Calderón que corre a
esconderse en Harvard para seguir libre de derecho.
Los dignos
maestros de Oaxaca, no menos de 20 mil, marcharon en orden con sus mantas,
pancartas y consignas y para su fortuna se desviaron hacia la Secretaria de
Gobernación para exigir justicia y garantías contra los esbirros todavía en
funciones del exgobernador Ulises Ruíz. Cierto, jamás se había dado en el
Centro Histórico una batalla así. Cierto, la novedad es que hay organización
combativa que crecerá ante la indignación por los 69 presos y los 5 indiciados
como dirigentes. La perdida de un ojo, las consecuencias de la herida de bala en
la cabeza de Kuy Kendall, la violenta captura de la estudiante de teatro que
intentó un performance en Madero y el Eje Central, el recuerdo del transporte
de granaderos que sigiloso y sin ruido avanzó por Azueta y no llego a Avenida
Juárez al ser recibido con palos y piedras para obligarlo a retroceder. Todo
esto acrecienta la organización: la de los represores que se preguntan porque
los granaderos llegaron tarde a todos los destrozos como si se tratara de dejar
hacer para golpear y secuestrar. Por su parte, los anarquistas que repudian al
gobierno, a los partidos, a los pacifistas, propician la organización
horizontal sin jefes ni voceros con la aprobación no solo de los estudiosos
justicieros sino también de las humildes señoras que invitaban a proteger a los
muchachos. Recuerdo a Revueltas cuando fue capturado en 68 y responder a la
pregunta de los periodistas sicarios sobre su responsabilidad como dirigente a
lo que respondió afirmativamente ante el regocijo de los cabeceadores de
primeras planas corruptas. Fuimos muchos los que comprendimos la gran broma
sacrificial como un llamado a seguirle sin partidos ni dirigentes iluminados de
por medio. Yo Soy 132 ha marchado con este sentido incluyendo a los padres de
las víctimas para condenar la violencia ya no en abstracto sino del Estado y
sus gobiernos que dan igual sexenio a sexenio porque son los mismos, de la
misma clase y con los mismos intereses libres de derecho.