viernes, 14 de diciembre de 2012

Libre de Derecho

Alberto Hijar



Egresado de una escuela fundada contra la autonomía universitaria y sus consecuencias para la formación de abogados, Calderón cumple con el nombre de su alma mater: libre de derecho. Por si las moscas, busca y encuentra la protección yanqui con una chamba en Harvard. Cuanta con el antecedente de Zedillo que logro burlar su proceso por la masacre de Acteal, gracias a la protección del gobierno de Obama. Vale más en los hechos la declaración de inmunidad e impunidad que los cargos aceptados por la Corte Interamericana. El fuero extremo es aplicado por el gobierno yanqui a los presidentes y expresidentes criminales de guerra.

Libre de derecho es también García Luna, coordinador principal de la brutal represión de los pueblos de Atenco, responsable de desapariciones y asesinatos por sus policías que acribillaron una camioneta diplomática yanqui con 3 sicarios dentro, dos gringos incluidos para escandalo de la prensa gringa. La Barbie lo acusa de complicidad pagada por el narcotráfico, asunto no tratado en su comparecencia ante las Comisiones de Justicia de senadores y diputados para repetir lo indicado por los abogados a su servicio: no hay inculpación de ministerio público alguno a sus policías y las flagrancias y testimonios no cuentan. Omar Fayad, el rico empresario hidalguense que coordino la comparecencia, impidió las preguntas y acusaciones que se salieran del guión previsto por los panistas pese a las declaraciones de la Barbie en un periódico de New York que fueron mencionadas con la misma validez de los narcotraficantes convertidos en testigos protegidos. Indignante la impunidad de los libres de derecho y las complicidades que los protegen.

Por todos lados de México cunden los clamores de las victimas de desapariciones, asesinatos, secuestros, extorciones y encarcelamientos injustos. Por estos días, y luego de casi 3 años en prisión, han sido liberados los defensores del agua comunitaria de Atla que fueron acusados por el cacique del robo de su automóvil. Alberto Patishtán lleva 11 años preso, enfermo y pese a su proceso penal viciadísimo como el de numerosos dirigentes políticos y sociales, ha sufrido traslados para impedir las visitas familiares y de organizaciones solidarias y recibió atención medica gracias a las denuncias nacionales e internacionales. De otra manera, hubiera muerto gracias a los libres de derecho.

Hay un acumulado agravio contra indefensos ciudadanos con carácter trasclacista en algunas ocasiones como en los casos Martí, Moreira y Sicilia. El sábado 1 de diciembre, los seis mil trozos de tela de Bordando por la Paz y la Memoria, colgaron a manera de tendederos en cinco cuadras de Avenida Juárez, frente al Hemiciclo Marmóreo. De todo el país y de alrededor de 25 ciudades de Europa y América, llegan los bordados con los nombres y los datos de asesinados y desaparecidos, algunos de ellos soldados, policías y empleados de gobierno. “Una victima, un pañuelo” es la consigna que reúne a bordadoras y bordadores en jardines y plazas emulando a las organizaciones del Cono Sur para hacer visibles a quienes nunca existieron para los gobiernos y los medios a su servicio con patrocinio de los grandes consorcios trasnacionales. Hay bordados en alemán, francés, inglés, italiano, vasco, catalán. A tiempo lograron desmontar los tendidos frente a los muros y donde acaban las banquetas para resguardarlos con quienes se protegieron tras las rejas de la Secretaría de Relaciones Exteriores. Las familiares de víctimas, algunas de ellas hasta con 6 deudos se saben en la mira de las policías y los servicios de inteligencia como el CISEN. Es elocuente al respecto, una imagen que nunca transmitirán las televisoras, de un ciudadano que increpa a los granaderos en la calle Congreso de la Unión hasta que uno de ellos lo inmoviliza y carga a mansalva y por atrás para meterlo dentro del contingente de represores. ¿Orden de presentación o de aprehensión, denuncia, flagrancia?, no es necesario para granaderos y policías, ya se verá después con los militares, ministerios públicos y jueces orientados por los gobernantes en turno cuales quiera que estos sean porque sirven a los mismos intereses. ¡90 millones de pesos perdidos! clama la organización patronal ¡la ciudad devastada!, llora Ebrard distrayendo un tiempito a sus apresuradas inauguraciones que causaron embotellamientos viales y cierres de calles para multiplicar los tiempos de traslado, ese que no miden los empresarios con su credo de el tiempo es oro. El Centro Histórico en estado de sitio, vallas de acceso de 3 metros de altura desde 10 días antes de la toma de protesta que vaya si prendió hasta en algunos diputados que se enfrentaron a los granaderos mientras el Presidente de la Comisión de Derechos Humanos del D.F demandaba ante la ley la afectación del derecho al libre transito. No contaba con que los represores están libres de derecho y hasta comprensivos se mostraron al abrir el paso al vecindario atrapado. Un rapero en medio del ataque de los granaderos en Avenida Juárez y ante la inminencia del cierre del cerco como ordenan los manuales de guerra, se plantó en medio de la avenida a improvisar para darle dimensión estética a la corretiza. La digna rabia arriesga el pellejo porque se sabe víctima de la injusticia.




Denisse Dresser, elegantísima con traje de invierno, también tuvo que correr con sus estudiantes llevados como observadores del comportamiento de la chusma (¡chusma, chusma! Dice Quico). Es probable que alguno haya modificado la recomendación de neutralismo civilista ajeno a la política, recomendado por la gustada periodista. Radio Bemba funcionó con las transmisoras no mercantiles y uno que otro ciclista iba y venía para informar. Pronto se supo del compañero con la cabeza reventada por un balazo de granadero y con la masa encefálica expuesta, también del estudiante con un ojo reventado y por los arrastrados de los pies dejando una huella de sangre en el pavimento. De aquí la furia resultante de 12 años y más de fraudes, crímenes impunes, contratos trasnacionales devastadores y con el hijo gangster de Martha Sahagún tan diputado o senador como el nieto, el yerno y la hija de la Gordillo. No es casual que el último acto de Ebrard haya sido la apertura de la supervía desde Santa Fe y sus oficinas de consorcios trasnacionales cuyos transportes pasan ya por barrancas arrasadas pese a las protestas y argumentaciones bien fundadas de los vecinos. No solo son los pobres las víctimas de ataques policiacos que destruyeron su campamento, sino ahí está Cristina Barros, digna hija del digno Rector del 68. Desde entonces nos han agraviado.

Muy serios, los gobernantes y sus sicarios declaran: fue maquinado el ataque contra hoteles, negocios trasnacionales, cajeros automáticos, instalaciones de Slim y dos pintas borrables sobre el mármol del Hemiciclo a Juárez. Se equivoca Ebrard al declarar que fue un ataque a la ciudad porque es contra los enclaves del poder económico y político, contra la impunidad acumulada y agravada, contra la mentira como la de la proclama de amor a la patria de Calderón que corre a esconderse en Harvard para seguir libre de derecho.



Los dignos maestros de Oaxaca, no menos de 20 mil, marcharon en orden con sus mantas, pancartas y consignas y para su fortuna se desviaron hacia la Secretaria de Gobernación para exigir justicia y garantías contra los esbirros todavía en funciones del exgobernador Ulises Ruíz. Cierto, jamás se había dado en el Centro Histórico una batalla así. Cierto, la novedad es que hay organización combativa que crecerá ante la indignación por los 69 presos y los 5 indiciados como dirigentes. La perdida de un ojo, las consecuencias de la herida de bala en la cabeza de Kuy Kendall, la violenta captura de la estudiante de teatro que intentó un performance en Madero y el Eje Central, el recuerdo del transporte de granaderos que sigiloso y sin ruido avanzó por Azueta y no llego a Avenida Juárez al ser recibido con palos y piedras para obligarlo a retroceder. Todo esto acrecienta la organización: la de los represores que se preguntan porque los granaderos llegaron tarde a todos los destrozos como si se tratara de dejar hacer para golpear y secuestrar. Por su parte, los anarquistas que repudian al gobierno, a los partidos, a los pacifistas, propician la organización horizontal sin jefes ni voceros con la aprobación no solo de los estudiosos justicieros sino también de las humildes señoras que invitaban a proteger a los muchachos. Recuerdo a Revueltas cuando fue capturado en 68 y responder a la pregunta de los periodistas sicarios sobre su responsabilidad como dirigente a lo que respondió afirmativamente ante el regocijo de los cabeceadores de primeras planas corruptas. Fuimos muchos los que comprendimos la gran broma sacrificial como un llamado a seguirle sin partidos ni dirigentes iluminados de por medio. Yo Soy 132 ha marchado con este sentido incluyendo a los padres de las víctimas para condenar la violencia ya no en abstracto sino del Estado y sus gobiernos que dan igual sexenio a sexenio porque son los mismos, de la misma clase y con los mismos intereses libres de derecho.




No hay comentarios:

Publicar un comentario